“Uno de los problemas que tenemos en dermatología es el de las falsas creencias”
Los diablos cantaban en los 70, aquello de que "un rayo de sol me trajo tu amor". Pero hay veces que el astro rey trae alguna cosa que no tan agradable como las flechas de Cupido: quemaduras, insolación, deshidratación… lesiones que pueden desarrollar algo más grave en nuestra piel, el órgano más grande del cuerpo humano. Para hablar de ella, acudimos a Pablo de la Cueva, profesor investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid y jefe del servicio de Dermatología del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid.
Pablo de la Cueva en la entrevista de En las ondas de Marie. / Ana Casado.
María Milán y Ana Casado, 27 de junio de 2025.
María Milán: Llega el verano, las temperaturas se disparan y la intensidad del sol, pero ¿por qué solo nos acordamos de cuidarnos la piel en esta época del año? Porque piel tenemos los 365 días del año, ¿no?
Pablo de la Cueva: Está claro. La cuestión es que yo creo que nos metemos en la rueda del año muchas veces a trabajar en septiembre, octubre, y la gente entra en ese círculo y ni se mira muchas veces. Aunque tenemos consultas en el hospital todo el año, la gente se mira mucho más porque nos descubrimos. El hecho de tener más piel visible hace que o directa o indirectamente se consulte más.
María: Una piel que en verano nos gusta tenerla un poco tostada. ¿Bronceado y saludable puede ir en la misma frase?
Pablo: En principio no. En principio todo bronceado tiene un proceso de cierta oxidación, de potencial daño de ADN. Yo creo que lo fundamental es no quemarse. Tenemos productos muy buenos y hábitos saludables de la piel para no quemarnos. Si es un bronceado gradual y también uno se ve más guapo, es comprensible totalmente, pero tenemos que dar pautas porque si no la gente no se cuidaría.
María: Yo creo que esas pautas están funcionando, ¿no? Porque a mí me da la sensación de que quizá cometemos menos locuras con el sol que en décadas pasadas. La generación de mis padres se echaba Coca-Cola para tostarse y creo que a la nuestra no se nos ocurre.
Pablo: De hecho, hay muchísima más cultura, está claro. Todavía hay mucho que hacer, pero todas las campañas que se han hecho, todos los medios de comunicación, toda la comunidad científica que ha dado objetividades de que el no cuidarnos tiene consecuencias negativas, hace que la cultura global sea muy superior. También ayuda que tengamos productos cada vez mejores: ropas, sombreros, gafas y aparte todos los protectores solares, incluso también antioxidantes orales que pueden ayudar también con el protector solar.
Ana Casado: ¿Todas las pieles se queman? ¿Las más oscuras también necesitan protección?
Pablo: Siempre le digo a los pacientes que cada uno ha de conocer su tipo de piel. Los clasificamos con los fototipos, que van de uno a seis, siendo el uno es el que es más blanquito, se quema siempre y se broncea muy difícilmente. Ese fototipo tiene que tener mucho más cuidado. Evidentemente, las personas que tienen más color, fototipos cinco o seis no necesitan esa protección tan exhaustiva pero sí que se les recomienda factores de protección más bajos.
Ana: Hablando de factores de protección, ¿qué significan?
Pablo: Significa que, si nos quemamos sin protector solar en 10 minutos, el factor 50 multiplica ese tiempo por 50, es decir, no nos quemaríamos en 500 minutos, unas ocho horas, aunque hay que renovarse cada dos o tres horas. Recomendamos un factor de 25-30 para arriba.
Ana: Pablo, estamos hablando de la cosmética, de la ciencia que hay detrás de esto. Hay mucha, hay mucha información y muchas campañas para prevenir la protección de la piel, pero también hay una tendencia eh de desinformación en la que la gente dice, "Las manchas nos las producen los productos químicos que nos aplicamos”. ¿Cómo podemos contestar a esta falsa creencia?"
Pablo: Hay mucha infoxicación, es decir, demasiada información y mucha de ella no está contrastada. Es decir, uno de los problemas que tenemos muchas veces en dermatología son esas falsas creencias que nos transmiten los pacientes uno a uno. Hay que hacer campañas para explicarlo. El fotoenvejecimiento, que nos salgan arrugas y manchas en la piel, es normal porque vamos envejeciendo y es una de las consecuencias de la radiación ultravioleta. Evidentemente, una persona de 15 o 20 años lo ve muy lejos, pero la piel tiene memoria. Cuanto más sol hayamos recibido, más vamos a envejecer.
María: Uno de los motivos de sacar este tema en junio es, además de que empieza el verano, que el pasado 13 de junio fue el Día Mundial del Cáncer de Piel. ¿Cuál es la situación actual de este cáncer? ¿Qué prevalencia tiene? ¿En qué franjas de edad se suele dar más? ¿Y qué tipos hay? ¿Tiene cura?
Pablo: El cáncer de piel es un término muy amplio, es decir, son tumores que aparezcan en la piel. Un tipo son los melanomas, los lunares, es decir, lesiones pigmentadas que tenemos que se hacen irregulares y es el tumor maligno que más mata en dermatología. Es decir, tenemos que tener el concepto de que un lunar se puede hacer malo y muy malo hasta el punto de producir la muerte. El melanoma se diagnostica más, es decir, que hay una cultura mayor, se pregunta más y hay más, pero no hay más mortalidad a día de hoy. Pueden diagnosticarse en cualquier etapa de la vida. Cuando yo hice la tesis doctoral sobre melanoma en 2011, prácticamente no había ningún tratamiento efectivo para quien tenía ya metástasis, por ejemplo, y ahora sí que hay varios fármacos que están consiguiendo con distintos mecanismos de acción tener más supervivencia. De hecho, la supervivencia actual de un lunar malo, aproximadamente puede ser superior al 85%, a 5, 10 años o al 90%. el melanoma puede aparecer en cualquier momento de la vida
María: ¿Y el otro tipo de cáncer?
Pablo: Es el cáncer cutáneo no melanoma, que es muchísimo más frecuente. De hecho, en mi hospital podemos operar más de 1000 al año. Es el carcinoma basocelular y el epidermoide, que son lesiones que aparecen fundamentalmente en zonas expuestas, cara fundamentalmente, también dorso de manos y en otros sitios. Son como heriditas que no curan o lesiones que van creciendo. Va muy asociado a la edad y a fototipos bajos, es decir, ser muy blanquito, quemarse mucho. Los carcinomas los operamos normalmente y suelen ir muy bien, pero sí que es verdad que cuando se dejan y no se consulta crecen y entonces las cirugías son más invalidantes. Pero sí que es verdad que ha aumentado mucho en frecuencia porque la esperanza de vida es mayor y porque la exposición ha sido eh más alta en los pacientes que tienen edad.
Ana: Y para terminar, Pablo, un gran consejo que nos darías como resumen al tema de la entrevista: un verano saludable con nuestra piel.
Pablo: Fundamentalmente, mi recomendación global es cada uno conoce su piel y lo que tenemos que hacer es no quemarnos y saber que si un lunar se hace irregular tenemos que consultar.
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